Llegó con el inicio de la primavera
como agua de mayo
plantando flores a su paso
Vino decidido a quemar la ciudad
sin tan siquiera separar los labios
para articular palabra
e hizo arder Troya sin fuego alguno
o sí, pero eso es otra historia
Sabía todas y cada una de las canciones
que sonaron en el bar, aquella noche
Se quitó el sombrero para ponérmelo
como quien se entrega a la guerra
en una lucha que ni si quiera es la suya
Y nadie habla de su pelo de escarola
y de lo guapo que está despeinado
de su piel de gallina cuando le tocan
Cuando agarra la mano y besa
como quien hace una reverencia en palacio
Como bebe cerveza
como si fue el mejor vino
Hablo de un amor improbable
que no se le resiste ni a la propia magia
hablo de la reina de corazones
Aún me pregunto el por qué
de esa manía tan suya
de sonreír sin dientes
Algún día va a sonreír de verdad
y ese día será el nuevo fin del mundo
Por ese juego de ¿Quien da más?
de estar en paz
dejándote cojo
dejándome incompleta
porque esa también, es otra forma de invalidez
Creo en despertar a tu abrigo
porque en Madrid
casi siempre es invierno
En las direcciones opuestas
en los besos robados sabor a infancia
y por eso que dices de que ninguno es el mismo
y yo te contesto : Como los cromos, los tazos y las estampas
¡Y yo quería tenerlos todos!
Lo mejor es que seguro que sabes
igual que hueles
a naranjas
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